domingo, 5 de junio de 2011
Graffiti en la planta pie
Les sucede a algunos sin techo. Duermen descalzos a la intemperie, y los chavales van tan ciegos de sus cosas que confunden ese pie con una pared, es verdad que tanto callo agrietado y sucio de cal engaña. Seguro que el indigente no nota nada mientras se lo hacen, seguro que todavía sigue ahí tirado. Con la tromba que está cayendo, se le tiene que estar borrando con tanta agua, para cuando despierte no va a quedar más que un manchurrón informe. Lo más interesante que le ha pasado en mucho tiempo y se lo va a perder ¡Puta droga!
(esos anuncios de cuando era pequeño, crecer rodeado de anuncios que dicen engánchate a la vida ¿no os pasaba? La intención era buena pero de alguna manera te decían que existía la opción de pasar de la vida. Todos los males de hoy en día tuvieron su origen en esos anuncios, estoy seguro, la culpa es de todos esos monos de plástico imantados para pegar en la nevera. Eran monos, sí, jugaban al doble sentido, en el fondo sabían que era broma)