miércoles, 29 de abril de 2015

Vergüenza sensei

El viejo maestro ninja domina tan bien su espada que es capaz de cortar por la mitad a una mosca en pleno vuelo.
La proeza técnica es indiscutible, pero no deja de ser una gamberrada de mal gusto.

jueves, 2 de abril de 2015

Estampitas promocionales para la prostitución

Quiero comentar hoy esta clase de estampitas con las que se suele encontrar uno a menudo si va mirando al suelo cuando pasea.


Corazón enrejado


Una especie de corazón enrejado oculta la cara de las mujeres, pero a diferencia del resto de las estampitas, no lo tapa del todo. El texto insiste también en la completitud de las chicas, como si quisiera despejar las dudas del cliente preocupado, y se habla de una "misma casa", tratando de hacer virtud del hacinamiento. 


Gioconda


Un punto gris neutraliza su rostro, y para suplir esa ausencia, se ha vestido a la modelo con una camiseta que representa la Gioconda, el rostro femenino más icónico que cupiera concebir, y que no sólo se encuentra completamente fuera de lugar sino que además aparece visualmente deformado, y en clara contradicción con la promesa de novedad.


Escorzo doliente


La propia postura de la mujer esconde sus rasgos, y al mismo tiempo implica una violencia innecesaria e inquietante: está tumbada en el suelo como agredida, y se cubre la entrepierna con las manos. Si la cámara se hubiera situado al otro lado, enfocando sus genitales, esta imagen aún podría tener cierta carga sexual, pero tal y como está sólo podemos identificarnos con el drama de Liz (paraguaya). El detalle de incluir la operadora de móvil junto al número de teléfono no hace más que aumentar la sordidez de la estampita.


Flor facial:


Una flor que recuerda a una diabólica y gigantesca pupila usurpa el lugar de la cara de la modelo, cuya foto nos prometen real. La simbología de la flor no está clara, pero sea cual sea no funciona como debería, y la forma en que la chica dobla la pierna izquierda sólo añade confusión. 


Radiación gamma:


Un fulgor sobrenatural emana de los rostros de dos entidades con cuerpo de mujer. La marca de la casa, "Puerta del Ángel", adquiere aquí connotaciones esotéricas, y la promesa de cumplir "todas tus fantasías" amplía el ya de por sí extenso abanico de apetencias sexuales hasta territorios lovecraftianos.