sábado, 24 de abril de 2010

Ojo clínico

Un nuevo avance, una punta de jeringuilla en la pupila, con la aguja apuntando en la dirección de la mirada. Al clavarse inocula el humor vítreo, esa viscosidad transparente que hay dentro del globo ocular y que, como todo el mundo sabe, es lo que realmente percibe las imágenes (el cristalino, la retina y todo eso no son más que meros transmisores, lo que realmente capta y contiene la imagen es esa mucosidad traslúcida).

El humor vítreo puede moverse dentro del cuerpo del paciente con facilidad, siendo menos invasivo que la habitual microcámara con cable. También podría entrar en un agujero en la pared, pero un entorno sucio e inorgánico podría dañarlo.



Al final ha habido suerte, el bulto en la nuca que tanto preocupaba a la paciente no es más que un nódulo de plumón, basta realizar un pequeño corte en la piel y hurgar con una aguja esterilizada para vaciarlo.

viernes, 23 de abril de 2010

La crónica

La de aquel famoso grupo de música pop española que durante el franquismo alcanzó una fama moderada y finalmente cayó en el olvido y la desgracia al conocerse que su carismático cantante, ídolo de jovencitas, no era más que una voz grabada, una musicasette dotada de inteligencia y capaz de modular las partículas ferromagnéticas de su emulsión, esto es, capaz de formular información de audio.

Es cierto que la musicasette no podía, por sí misma, introducirse en un aparato reproductor, y aun de lograrlo no hubiera tenido modo de pulsar el botón de play, pero una vez en marcha era capaz de cantar, no sin cierto talento, amén de conversar y expresar sus retorcidos y maquiavélicos deseos. Después del desastre se supo, por ejemplo, que había ordenado dedicar parte de la fortuna del grupo a la construcción de un vehículo en el que poder insertarse y operar con cierta autonomía, vehículo formado por un núcleo derivado de un aparato de música con grandes altavoces a los lados y potentes emisores de ultrasonidos capaces de aturdir y eventualmente someter a cualquier organismo sensible al sonido dentro de su radio de acción. Dicho núcleo estaría integrado en una estructura semoviente formada por huesos, estructura que nunca llegó a diseñarse ya que el proceso se detuvo como digo después del desastre, cuando aún se estaba explorando toda la variedad de combinaciones que permiten las piezas del esqueleto humano.

En realidad lo de fundar el grupo había sido idea suya, y una idea bastante buena, como enseguida se demostró. La cinta era capaz de cantar en varios idiomas, e imitaba perfectamente los modismos de la época, de manera que en seguida una legión de núbiles seguidoras vestidas con rebecas azul celeste coaguló en torno a este fenómeno musical. Evidentemente uno de los componentes humanos del grupo, el más apuesto de los cuatro muchachos que se reunieron aquella tarde de otoño en el sótano del chalé de sus padres, aquella tarde de otoño en la que encontraron un viejo transistor con una sorprendente cinta de musicasette dentro; uno de los muchachos digo, el más apuesto, hacía las veces de cantante, y nadie sabía que el talento estaba realmente en otra parte.

Por eso la legión de núbiles seguidoras se sintió enormemente defraudada cuando finalmente se supo lo de la cinta. Bromas aparte, aquel último concierto fue lo más parecido al infierno que he visto nunca, no sé ni cómo salí con vida. Eran otros tiempos, desde luego.

viernes, 9 de abril de 2010

Bolsas de plástico al sol

Un par de muchachos prueba una variación de esa broma que, ahora que lo pienso, sólo he visto ejecutar en televisión, y que consiste en llenar una bolsa de papel con heces, no necesariamente humanas, para después depositarla sobre el felpudo de bienvenida de una casa. Entonces se prende fuego al papel y se pulsa el timbre, para que el vecino encuentre una bolsa en llamas al pie de su puerta e instintivamente la pisotee, apagando el fuego, sí, pero llenándose los zapatos de mierda en el proceso.

Sólo he tenido conocimiento de esta broma a través de la televisión porque, por diversas razones, esta broma no puede practicarse en nuestro país. A pesar de que hay heces en abundancia, las bolsas que utilizamos suelen ser de plástico, que no arden tan limpiamente como las de papel; y lo habitual es vivir en bloques, cuyo portal se abre a través de un interfono incapaz de pisar nada.

Supongo que por eso este emprendedor par de muchachos intenta una pequeña variación, adaptando la broma a su entorno y a la vez llevándola un poco más allá. La bolsa que utilizan es efectivamente de plástico, y en lugar de arder yace en medio de la carretera, y en lugar de heces contiene un bebé. Los coches pasan por encima creyendo que está vacía, y entonces la sorpresa.

Si os digo la verdad ningún coche para, quizá notan algo raro al pasar por encima de la bolsa-trampa, pero realmente permanecen al margen de la broma, se trata de una broma al aire. Ni siquiera los bebés son de verdad, son muñecos nada más, ya digo que es una broma, no pasa nada.



Aunque el comisario diría otra cosa. El comisario vuelve al hogar después de un día duro, han atrapado a dos muchachos bromistas que ponían bolsas de plástico con bebés dentro en medio de la calle, bebés que habían robado previamente de sus cunas, en un descuido de las madres. Les han aplicado el protocolo habitual, el llamado tratamiento arborescente, que consiste en ramificar las extremidades superiores de los delincuentes, que así sólo pueden delinquir a escala microscópica.

Esta justicia fractal se aplica con la ayuda de varios serruchos y seguetas de diferentes grosores y resoluciones. Se empieza bifurcando los dedos uno por uno, desde la punta a la base, y se continúa serrando longitudinalmente sus respectivos metacarpos, pero al llegar a la muñeca se cambia a un serrucho más grueso, con el que se asierra el antebrazo. Y eso fue todo para los dos bromistas, pero en general el número de iteraciones, el número de grados de ramificación depende de la gravedad de la condena.

Y si sólo fuera un día no pasaría nada, pero es así siempre, ésta es la rutina del comisario. Todo este horror, se lamenta, le ha llevado a refugiarse en la bebida, a desatender a su devota y sacrificada esposa, a la que con gran sordidez ha sido infiel; y lo que es peor, lo que deplora sobre todas las cosas: fallar a su primogénito, que apenas ha entrado en la adolesciencia ha seguido su penoso ejemplo, dando la vida por perdida y entregándose a cualquier clase de escabrosa y desaforada embriaguez.