lunes, 28 de mayo de 2012

Asian Queridas


Sigo sin inventarme absolutamente nada: esto me lo ofrecieron el viernes pasado cuando volvía a casa, me lo entregó una chica oriental que se tambaleaba sobre sus tacones. Lo acepté pensando que se trataba de la publicidad de un antro bar cualquiera, y para cuando interpreté correctamente el mensaje, ya había seguido caminando y estaba demasiado lejos y borracho como para darme la vuelta y exigir ulteriores explicaciones a la oscilante chinita.

Lo cuelgo aquí con el número de contacto pixelado* para no hacerles publicidad, las mujeres orientales me parecen muy bonitas pero me sabe mal la trata de blancas, además que uno nunca ha de fiarse de la imagen que se ofrece en los materiales promocionales, la realidad resulta luego ser decepcionante. Esto vale tanto para la prostitución como para los envoltorios de congelados y las fotos de platos combinados que azulean al sol en las puertas de los bares.

El meollo es: yo sé que esto es así como os digo, que he sido yo quien ha pixelado el número por pudor, pero para vosotros, por estar al otro lado, no hay forma de saber si es así como os digo o el número estaba ya pixelado desde su misma impresión. Una forma de humor chino, podría ser, no sabemos cómo es el humor chino, a lo mejor ésta es la clase de bromas que se gastan.

Nunca hemos visto bromear a un chino ¿verdad? Pero les queremos de todos modos. Quered vosotros también a vuestras hijas, amigos chinos. No las vendáis.

*Mención especial aquí para Canódromo Abandonado, los verdaderos maestros del pixelaje, el pudor que ensucia.